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martes, 15 de septiembre de 2015

ANTENAS DE ARAÑA







Altas. Infinitas. Majestuosas, elevándose hacia el cielo.

 Tejiendo sus telas de araña



Le gustaba subir al tejado cuando apenas quedaba luz, cuando el reflejo de los últimos rayos del sol incendiaba suavemente el cielo que se reflejaba en sus ojos brillantes.









Se tumbaba entre las chimeneas, como si buscase protección, y dejaba que el calor de las tejas, a través de su camiseta, abrazase su cuerpo.





Se fundía con las sombras. Se quedaba largos ratos mirando las antenas, le gustaba ver cómo la oscuridad poco a poco las abrazaba y escuchar los quejidos de las tejas cuando el calor las iba abandonando.













Su piel se erizaba y las telas que habían tejido las antenas, como si fueran arañas laboriosas, como en un intento de seguir unidas a los tejados, la envolvían también a ella (Rg. Al pop corn. Julio 2015) 


Fotos. Rg







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jueves, 10 de septiembre de 2015

SUS MANOS

Hacía tiempo que no se veían. Esa mierda de vida que llevaban, hacía que faltase siempre tiempo para verse. Allí estaba, como siempre, sentada en las escaleras del teatro, con la cabeza agachada. No le hizo falta ver su cara, ni mirar sus ojos, le bastó con mirar sus manos para saber cómo estaba. Sus palabras eran ella, pero sus manos eran su verdadero yo, poca gente lo sabía. Se plantó delante de ella y sin esperar a que levanta se la cabeza, se agachó y la abrazó muy fuerte, intentado soportar un poco de su dolor. Rg. (Al pop corn. Abril 2015)

Foto. Rg